prohiben el estudio a una joven por usar hiyab

En Logroño, España, una joven musulmana de 17 años llamada Eman ha levantado la voz en defensa de su derecho a usar el hiyab en su instituto. Inició una campaña en Change.org que ha concurrido a más de 8.000 firmas en tan solo una semana. Todo comenzó cuando el IES Sagasta le prohibió el acceso a las clases por llevar el velo islámico, una decisión que ha desatado un intenso debate sobre libertad religiosa y derechos individuales.

Eman, en su petición, explicó: “Me llamo Eman, tengo 17 años y vivo en Logroño. Me han echado del instituto por llevar hiyab y me han amenazado con no dejarme entrar si me lo vuelvo a poner”. Su mensaje es claro y directo; no comprende por qué le impiden expresarse a través de algo tan importante como su vestimenta.

Ella sostiene que la restricción no está respaldada por ninguna normativa oficial. “Esto no responde a ninguna ley autonómica ni nacional”, argumenta. Además, Eman considera que esta norma es discriminatoria. Resume su descontento al afirmar que es algo que el instituto ha decidido de manera arbitraria, sin una justificación válida.

Argumentos y derechos constitucionales

El 18 de septiembre, cuando lanzó su campaña, Eman resaltó que en otros institutos el uso del hiyab nunca había sido un problema. “Se permite a las estudiantes llevar el hiyab sin restricciones, promoviendo un entorno de diversidad y tolerancia”, explicó. En su intervención, también citó el artículo 16 de la Constitución española, que garantiza la “libertad ideológica, religiosa y de culto” como un derecho fundamental.

Para Eman, el hiyab es más que una prenda; es una parte esencial de su identidad y refleja sus valores. “Que me prohíban llevarlo afecta no solo a mi educación, sino también a mi dignidad y libertad personal. ¿Por qué tengo que elegir entre mi fe y mi educación si no hago daño a nadie?”, se pregunta.

Los próximos pasos de la campaña en España

La situación se torna más crítica, ya que Eman anticipa que si no se revierte la decisión en el instituto antes de que termine la semana, llevará personalmente las firmas a la Consejería de Educación de La Rioja. “Mi sueño es estudiar derecho internacional y en mi propio instituto me están diciendo que, si quiero conseguirlo, debo renunciar a lo que soy. No quiero que ninguna chica más tenga que pasar por esto”, enfatizó en su reclamo, mostrando la fuerza de su convicción.

Este conflicto está sacudiendo la conversación sobre libertad religiosa, educación pública y derechos individuales. La historia de Eman se convierte en un símbolo en la región de La Rioja, destacando la importancia de defender lo que somos en el camino hacia nuestros sueños.

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